Enfrentarse a dificultades económicas es una situación estresante que puede llevar a tomar decisiones precipitadas y equivocadas. Una de las soluciones más comunes y a la vez más peligrosas es endeudarse más para pagar créditos previos. Aunque a corto plazo pueda parecer una salida fácil, esta estrategia solo agrava el problema y puede poner en riesgo la oportunidad de alcanzar una verdadera estabilidad financiera.
Por qué no es buena idea:
- Círculo vicioso de deuda.
Pedir un nuevo préstamo para pagar deudas anteriores no resuelve el problema de fondo: la falta de capacidad para hacer frente a los pagos. Este enfoque solo traslada el problema al futuro, acumulando intereses y cargos adicionales que aumentan la deuda total (es una patada hacia delante muy cara).
- Mayor riesgo de insolvencia.
A medida que se acumulan las deudas, aumenta la situación de insolvencia. Esto puede llevarte a un punto en el que incluso los pagos fundamentales para tu subsistencia y de tu familia se vean comprometidos. Además, incrementa la sensación de angustia y falta de control.
- Impacto negativo en la Segunda Oportunidad.
La Ley de la Segunda Oportunidad está diseñada para ayudar a las personas a salir de la espiral de deuda y empezar de nuevo. Pero hay dos requisitos esenciales para poder acogerse y conseguir el perdón de las deudas: uno es el estado de insolvencia y el otro es ser considerado deudor de buena fe. Por tanto, si continúas endeudándote cuando ya te encuentras en una situación de insolvencia, será más difícil acogerte al proceso de segunda oportunidad, ya que los nuevos compromisos financieros pueden interpretarse como mala fe, negligencia o falta de control sobre tu situación económica.
Alternativas responsables:
- Renegociación de deudas: Hablar con tus acreedores y buscar un plan de pagos que se ajuste a tus posibilidades es una mejor opción que asumir nuevas deudas.
- Asesoría financiera y jurídica: Consultar a un profesional especializado en insolvencias te permitirá evaluar tu situación y tomar decisiones correctas e informadas, que realmente mejoren tu estado financiero a largo plazo.
- Acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad: Este mecanismo legal puede ayudarte a reestructurar o cancelar deudas, permitiéndote un nuevo comienzo sin la carga de compromisos insostenibles.
Conclusión: Endeudarse más para cubrir deudas anteriores no es una solución viable y solo empeora la situación. En lugar de buscar salidas fáciles, apuesta por alternativas que te permitan recuperar el control de tu economía y aprovechar verdaderamente tu Segunda Oportunidad. Estaremos encantados de ayudarte a tomar las mejores decisiones.
Autor: Jorge Galíndez